(356 palabras) La comedia "¡Ay de Wit!" Es una de las primeras obras de la literatura rusa en el género del realismo, que se expresa principalmente en la tipificación de los personajes. Sin embargo, hay una heroína en el trabajo que causó muchas preguntas a los críticos y lectores, y esta es Sophia.
Quizás Sofya Pavlovna Famusova es el único personaje que está cerca de Chatsky en términos de inteligencia. Ella sabe cómo sentirse realmente, pero su amor adquiere un desarrollo feo: Molchalin, una empleada tranquila y tranquila de su padre que hábilmente juega pasión, se convierte en la elegida de la niña. Apestaba a todos: a Famusov, para obtener un ascenso; a Sofya, con la esperanza de fortalecer su posición en la casa; a la sirvienta Lisa, para que en caso de lo que pueda ayudar, etc. Parece que la chica debería haber visto falta de sinceridad en él, pero el amor la impide. Quizás se imaginó a sí misma como la heroína de las novelas francesas, escondiéndose de su padre y reuniéndose secretamente con Molchalin.
Sophia, de diecisiete años, sabe que es bonita. Es una novia envidiable, hermosa y no pobre, por lo que entiende que Famusov nunca aceptará su elección. En la infancia, la niña sentía algo por Chatsky, pero él la dejó, causándole dolor. Al llegar a su casa, Chatsky humilló por primera vez al hombre del que Sofía se enamoró y a la sociedad en la que creció la heroína. Por esto, ella se venga de él e insinúa su locura, que luego se convierte en un rumor.
Sophia tiene un carácter fuerte e independiente, es una chica imperiosa y decisiva. Y elige una persona cómoda, suave y mansa. No le gustó en absoluto la audacia de Chatsky, y agradeció la ausencia de esta cualidad en Molchalin. "Hay menos insolencia en ti que la curvatura del alma", dice ella cuando presenció el coqueteo de su elegido con un sirviente. Sophia se desilusionó con Molchalin, pero lo más probable es que continúe eligiendo hombres de este tipo: tímidos, poco sinceros, engañosos, pero aceptados por la luz. La heroína, por inteligente y educada que sea, sigue siendo parte de la sociedad Famus. Chatsky sintió dolor al darse cuenta de cómo, con su naturaleza viva e intelecto, Sophia acepta las reglas de la luz y se convierte en una típica señorita.
Sophia es la heroína del drama cotidiano, no la comedia social. Ella no puede distinguir los sentimientos reales de los falsos, porque creció entre mentiras e hipocresía. I. A. Goncharov señaló que su "ceguera moral" es una característica común de su círculo, y no un vicio personal. Una niña no puede distinguir la realidad real de su sueño, por lo que su amor termina tan tristemente.