No es ningún secreto que la creatividad requiere coraje. La gente no siempre está lista para escuchar la verdad de los labios del poeta, para ver la vida real en los lienzos del artista, para recibir música, no como nada de lo que era antes. La sociedad a menudo ridiculiza y empuja al creador por su arte. Es por eso que para ser honesto, un artista necesita coraje. Debe estar preparado para defender sus creencias.
Un ejemplo es la historia de la novela de M. A. Bulgakov "El maestro y Margarita". El personaje principal escribió una novela brillante, que describía los eventos bíblicos de una manera nueva. Pero el ateísmo fue adoptado oficialmente en la URSS, a nadie le interesaba pensar en religión, por lo que el libro no fue aceptado en la prensa y su autor fue perseguido activamente en la prensa. Incapaz de resistir el ataque, el Maestro quema el odiado romance, convirtiéndose en el enemigo de su propia creatividad. Ya no cree en sí mismo y en su talento. Habiendo perdido la vivienda, termina en un manicomio. El autor muestra claramente que su héroe no tuvo el coraje de terminar lo que comenzó y de soportar la pesada carga del arte genuino. Salvó ante las dificultades y abandonó demasiado fácilmente lo que consideraba el significado de su vida. Por lo tanto, recibe un castigo del destino: la separación de Margarita y un término en la casa para los enfermos mentales.
En el poema "Requiem", Anna Akhmatova también plantea el tema del coraje en la creatividad. En la cola de la prisión, una mujer le preguntó si el poeta podía describir todo este horror. La pregunta era doble, porque tal intento implicaría un severo castigo de las autoridades. Es decir, había en la forma no solo habilidad creativa, sino también física, moral, de carácter fuerte. Y Anna Akhmatova respondió que podía. Y así sucedió. En Requiem, sin adornos ni vergüenza, describió el terror sangriento del estado contra sus propios ciudadanos. La represión se vio a través de los ojos de una madre que espera la sentencia de su hijo. La mujer describió honestamente todo el dolor, todo el anhelo, toda la pesadilla de estos meses y no tuvo miedo de publicar en el extranjero. Ella tuvo el coraje de trabajar en este momento difícil.
El coraje del artista es la capacidad de hablar honestamente y sin prejuicios, incluso si puede pagarlo con una carrera, libertad o vida. Esta es la posición fundamental del arte, libre de política y de los intereses de cualquiera.